Torta de aceite

Traigo la torta de aceite de #todalavidadedios que María prepara con su receta de siempre y que le he copiado al pie de la letra. Mi madre la hacía, pero un poco a ojo y yo necesito medidas, sobre todo cuando se trata de masas. Esta torta es delicadita de por sí, ya que se le pide costra por encima y jugosidad en el interior, cosa que no me resultó fácil, pues cuando la saqué del horno me parecía cruda en la parte inferior. Solucioné el problema poniendo calor solo en la rejilla de abajo del horno durante unos minutos, pero aviso que hay que vigilar el mismo porque cada aparato es distinto. El chupito de anís le va como anillo al dedo, parece que hubiera nacido para ello, es un olor que me retrotrae a la Navidad de mi infancia. Hale, ya está la Lola con los recuerdos, definitivamente me estoy haciendo mayor. Sin embargo, esta torta no tiene edad, será igual de rica con los ingredientes sencillos de su creación, en cualquier momento. Hay cosas que siempre estarán vigentes.

Ingredientes:

-250 ml de aceite de girasol

-250 ml de leche

-200 g de azúcar

-500 g de harina

-1 chupito de anís

-1 sobre de levadura

-1 c/s de matalahúva

Preparación:

Ponemos en una sartén el aceite y lo calentamos junto a la matalahúva. Cuando comience a hervir, retiramos y dejamos atemperar. Colamos. Una vez frío, colocamos todos los ingredientes en un bol y mezclamos bien. En un molde amplio, forrado con papel, echamos la masa. Horneamos unos 30 minutos a 180 grados, a mitad de la cocción abrimos con cuidado el horno y espolvoreamos azúcar por encima de forma generosa. Yo lo puse 15 minutos más en la parte inferior del horno solo con calor abajo, pero hay que vigilar porque como he dicho arriba, cada horno es un mundo.  Lo pincháis y si está cuajado, sacamos y dejamos enfriar. María, al tiempo del azúcar le pone almendras por encima, yo no se las puse porque no tenía en ese momento.