Bacalao skrei al horno con patatas y calabaza

Un Viernes Santo sin bacalao no es lo mismo. Como tengo bastantes recetas de potajes y bacalao en distintas elaboraciones en el blog, hoy he querido cocinar un skrei, una variedad en fresco que está buenísimo. Tenéis que probar esa textura con láminas carnosas, que hay que tener cuidado de no pasar en el cocinado para disfrutarlo con todo su sabor. La palabra skrei proviene del nórdico antiguo que significa "pez nómada" ya que realiza un viaje de más de mil kilómetros a través de aguas agitadas y frías para desovar. Esto ya nos va dando una idea de porqué tienen una carne tan apreciada, en cualquier búsqueda de información que hagamos lo definen como "la joya gastronómica". Ahora está a buen precio y como veo que con el pretexto del confinamiento nos estamos dando más de un capricho, pues aquí hay otro, yo lo traigo en modo salado, para que podamos variar el menú al tiempo que cumplimos con el clero, que todo puede ser.

Ingredientes:

-500 g de bacalao skrei (dos lomos)
-2 patatas medianas
-200 g de calabaza cacahuete
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-2 ramitas de perejil
-Aceite, sal y pimienta

Preparación:

Pelamos y troceamos la patata en láminas gorditas, como para tortilla. Hacemos lo mismo con la calabaza. Pelamos, lavamos y troceamos en juliana la cebolla. Salpimentamos todo y mezclamos con un chorreón de aceite de oliva. Colocamos en una fuente de horno y la introducimos en el mismo, que tendremos precalentado, por espacio de unos 25 minutos a 190 grados. Mientras, preparamos el pescado. El pescadero sacó dos filetes hermosos de la mitad de una pieza. Picamos los ajos y el perejil y reservamos. Sacamos las patatas del horno, revolvemos con una cuchara para que se hagan por igual. Colocamos los filetes de bacalao encima, salpimentamos y cubrimos con el ajo y el perejil, ponemos un hilito de aceite y volvemos a meter al horno. El tiempo depende del grosor del pescado y del punto que nos guste, yo lo tuve unos doce minutos, en cuanto se puso blanco, clavé un cuchillo para comprobar que el interior estaba cocinado y lo saqué. Listo para consumir. Una ensalada para acompañar y ¡buen provecho!