Feuchas de aspecto, ricas de corazón. Casi no las publico, pero así se nota que son caseras. Os cuento algunos inconvenientes que me encontré al hacer estos bocados dulces. Los preparé con el queso que tomo en mis desayunos porque mi colesterol no me permite otros más grasos. La mermelada es casera, ya que me he acostumbrado a elaborarlas yo misma. La receta no presentaba ningún problema en principio, unas obleas, una cucharada de queso, otra de mermelada, tapar con otra oblea y al horno el tiempo que indica el fabricante. Primer inconveniente, algunas obleas se transparentan al calentarse, habiendo puesto la misma cantidad de relleno en todas. Segundo, se humedece la oblea de abajo, y así se presenta el tercero, se hacen por la parte de arriba y la de abajo queda cruda. ¿Cómo lo soluciono? Dándoles la vuelta y dejando unos minutos al calor, lo que te lleva a la cuarta dificultad, quedan feas. Abreviando, las pruebo y me encantan. Se me cura el disgusto. Me viene a la cabeza lo que decían de Lola Flores,-"no canta, no baila, no se la pierdan". Aplicado a mis empanaditas, sería, -"son feas, son delicadas, no dejad de probarlas".
Y hasta aquí mi aventura empanadillera, espero no haberos aburrido.
Ingredientes:
-16 obleas de empanadilla
-9 c/s de queso cottage
-9 c/s de mermelada de arándanos (u otra que os guste)
-1 huevo para pintar
Mermelada de arándanos:
-300 g de arándanos
-100 g de azúcar
-El zumo de 1/2 limón
Preparación:
Para hacer la mermelada ponemos los arándanos con el azúcar y el zumo del limón en un cuenco, dejamos reposar una media hora. A continuación volcamos la mezcla en un cazo que llevamos al fuego. Cuando hierva, bajamos la intensidad de la vitro al mínimo, lo justo para que hierva, y vamos dando vueltas hasta que se deshagan un poco los arándanos, yo los tuve unos 15 minutos aproximadamente. Trituramos con la batidora y llenamos los tarros esterilizados, ponemos boca abajo 24 horas.
Para hacer las empanaditas solo tenemos que colocar la mitad de las obleas sobre el papel vegetal con el que habremos tapado una fuente de horno. Ponemos una cucharada sopera de queso sobre cada una, (el que prefiráis), sobre él, otra de mermelada, tapamos con otra oblea, sellamos bien los bordes doblándolos hacia adentro y pintamos con huevo batido. Llevamos la horno a 180 grados hasta que estén doradas, damos la vuelta con cuidado y dejamos hacer unos minutos, hasta que pierdan la humedad. Y listas.