Otra receta a la roteña que quería tener en el blog además de la clásica urta. La idea original era hacer unos calamares, como estaban a precio imposible cuando fui a comprarlos, decidí llevarme pota, más económica, aunque no tan firme y sabrosa, es de recibo decirlo. Se considera marisco al igual que el pulpo, la sepia o el chipirón, pero más asequible, lo que también interesa, no siempre se puede gastar mucho y es una forma de conocer distintas opciones. Aunque no es una receta tan resultona como pueden serlo los anteriores, está muy buena y eso al final es lo que importa. La salsa está de toma pan y moja, literalmente, si bien no hay que practicarlo al pie de la letra, se puede rebañar con la pota, no os paséis que acabáis de volver de vacaciones.
Ingredientes:
-10 potas
-1 cebolla
-3 dientes de ajo
-2 tomates pera
-1 pimiento verde
-1 vaso de vino blanco
-1 vasito de whisky
-Aceite y sal
Preparación:
Limpiar las potas, de igual forma que los calamares, marcarlas en un poco de aceite y reservar. Trocear la cebolla y los ajos y picarlos. Comenzar a sofreír en el aceite anterior, poner un poco más si hiciera falta. Lavar el pimiento, quitar el rabito y las semillas, cortarlo en rodajas y añadir al sofrito. Pelar y picar los tomates y agregar también. Sazonar. Cuando las verduras estén tiernas, añadir el vino y el whisky (puede ser coñac), dejar unos minutos evaporar. Triturar todo y devolverlo a la cazuela, incorporar las potas, si hace falta se puede añadir agua, cocinar hasta que estén tiernas, si no son muy grandes como las mías en unos quince o veinte minutos estarán hechas.