Las costillas al ajillo, al igual que el pollo, es una de esas recetas de toda la vida que no ha faltado en ninguna mesa por modesta que fuera, es económica y fácilmente realizable. En ella se aprovecha todo, pues deja un poso de aceite con sabor a ajo que invita a sopar sin ninguna finura. Lo mejor sería utilizar costilla carnosa, que no son las que yo elegí porque preferí que no tuvieran grasa y eso implica que sean más canijas aunque muy buenas también. Si se hacen bien, hasta que la carnecita se despegue del hueso, podemos evitar la segunda parte que conlleva, no tan buena para mis oídos como es el chuperreteo. Aún así, merece la pena hacerlas y si tenemos que ponernos tapones, es poco tiempo, se las comen enseguida.
Ingredientes:
-700 g de costilla de cerdo troceada
-8 ó 10 dientes de ajo
-El zumo de 1/2 limón
-1 hoja de laurel
-250 ml de vino blanco
-Agua
-Aceite y sal
Preparación:
En un fondo de aceite, freímos las costillas hasta que adquieran color. Sazonamos. Les exprimimos el zumo de medio limón. Añadimos los ajos laminados y la hoja de laurel, seguimos cocinando al tiempo que removemos. Vertemos el vino blanco y dejamos evaporar un par de minutos. Añadimos agua si hiciera falta, hasta que las costillas estén tiernas, lo ideal es que la carne se despegue del hueso. Si lo deseamos podemos presentar con perejil picado.
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Buenos días, Lola.
ResponderEliminarDe buena gana me comería yo esas costillas, nunca las cocino así, por falta de costumbre, pero me ha gustado, solo por el hecho de saber que son de esos bocados que te chupas los dedos del gusto, jajaja…, y aunque nosotras seamos muy finas, nadie se enterará si las hacemos cuando no tenemos invitados en casa, que entre otras cosas, no es cuestión de ponerles a todos un babero, ni tampoco de sufrir, viendo como te lo ponen todo perdido, con los dedos pringados, jajaja…
Besos
So succulent and flavourful with garlic!
ResponderEliminarUnas costillas para chuparse los dedos...y nunca mejor dicho 🤣 me encantan las costillas con chuperreteo incluido 🤭
ResponderEliminarBesinos
Buenas noches Lola, desde luego que son una delicia. Para chuparse los dedos y disfrutar de ellas de principio a fin. Y ese aceite con ajillo tiene que estar buenísimo para mojar con pan. Me encanta, un beso.
ResponderEliminarLola, por aquí estamos consumiendo pollo y cerdo ya que la carne de res está muy cara (vergûenza en el País de las vacas).Mañana harè tu receta ya que tengo varias en el refri
ResponderEliminarBesos
Buenos días Lola. La costilla de cerdo no es de mis platos favoritos pero muy de vez en cuando, hasta apetece y si quedan tiernitas como las tuyas que la carne se desprende del hueso, mejor que mejor, pues ni me gusta el chuperreteo (salvo que sea marisco, jijiji...) ni el pringue de grasa. Se nota que me hago mayor, pues eso antes no me importaba pero ahora...
ResponderEliminarUn beso.
Una receta deliciosa de las de toda la vida.
ResponderEliminarBesitos
Niña Lola, ni te imaginas lo que me gustan las costillas de cerdo y nunca las he hecho de esta manera y se me antoja que están buenísimas. Eso si, como se deshuesan tan bien porque están perfectamente hechas, ni rechupeteo ni pringue en los dedos, que una es asquerosita 🤣 Con cuchillo y tenedor y tan contenta 😄
ResponderEliminar😘😘😘😘
Gracias por la receta. Te mando un beso.
ResponderEliminarQue rico plato Lola y justo tengo costillas de cerdo, me has dado una buena opcion para prepararlas de forma diferente, que delicia!
ResponderEliminarBesos
Tomo nota con tu permiso.
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda.
Hola, Lola. Una receta deliciosa que gusta a toda la familia.
ResponderEliminarBesos.