Lenguado con patatas al horno

  Entramos en la temporada de uno de mis pescados preferidos, el lenguado. Fuera de su tiempo hay que andarse con cuidado, pues se parece mucho al fletán por un lado y por otro, el capricho puede costarnos un pico, así que ahora es el momento de consumirlo. He decidido prepararlo de forma muy sencilla, es como más nos gusta; a la plancha ya está buenísimo y al horno como lo he cocinado también. Tiene una carne blanca, firme y de sabor suave que va con todo tipo de elaboraciones, en el caso de que nos apetezca presentar algo más lucido. Porque sería uno de los que yo elegiría, siempre que no fuéramos muchos, para una buena mesa, la de la perfecta anfitriona, tal es la devoción que le tengo. Estos derroches apreciativos suelen ocurrirme con el pescado más que con la carne, también lo sabéis. Ojalá lo estimara igual a la hora de fotografiarlo, creo haberlo contado más de una vez, se me ha enconado de una manera que ya voy predispuesta a lo peor, por más vueltas que le doy, no consigo plagiar todo lo apetecible que me resulta, "fatiga pescadera" lo llamo, a veces incluso me pillo un rebote. Menos mal que detrás viene el buen momento de sentarse a degustarlo antes de que se enfríe. Y después de esto, ...pelillos a la mar.

Ingredientes:

-2 lenguados

-4 patatas medianas

-1 cebolleta

-5 dientes de ajo fileteados

-Aceite, vinagre y sal

Preparación:

Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en rodajitas, como para tortilla, también la cebolleta de igual forma. Colocamos ambas en un cuenco, sazonamos y vertemos un chorreón de aceite. Mezclamos todo muy bien. Acomodamos en una fuente de horno, haciendo una cama, las introducimos en el horno precalentado a 190 grados, unos 25 minutos más o menos. El pescado me lo limpió el pescadero quitando cabeza, tripas y piel negra. Cuando las patatas estén tiernas, pero aún enteras, las sacamos y colocamos los lenguados sobre ellas, sazonados. Ponemos un hilito de aceite por encima e introducimos en el horno otros 20 minutos, depende del tamaño del pescado. Pelamos y fileteamos cinco dientes de ajo. Los freímos en un poco de aceite, retiramos del fuego y le echamos una cucharada de vinagre. Cuando el pescado esté hecho, lo sacamos del horno y le ponemos los ajos fileteados con el aceite por encima. Degustar enseguida, está más bueno.