Sigo con mis experimentos dulces, no quiero llamarlos saludables porque en cuestión de bizcochos lo son todos o no lo son ninguno, emplear una harina u otra depende muchas veces de gustos o intolerancias, al igual que distintos ingredientes. He utilizado tres harinas distintas y ningún lácteo, controlando la densidad de la masa que los componentes me ofrecían en su elaboración, ya que he de decir que lo hice un poco a ojo de buen cubero. Le puse un resto de chocolate negro que tenía y otro de arándanos, por lo que a mi parecer le han faltado, apuntado queda para el próximo. Quedó muy rico y se acabó pronto, también es por mi costumbre de hacerlos cuando hay gente, pero os diré una cosa, tengo ganas de que me sobre un buen trozo para poder congelarlo en porciones, sé que se puede hacer sin alterar su naturaleza y yo todavía no lo he comprobado. Estoy pensando ponerlo en "pendientes", igual que las recetas, para hacerlo ex profeso y darme un capricho dulce cuando me apetezca. Decidido, le toca al siguiente.
Al utilizar un resto de chocolate y otro de arándanos en este bizcocho, envío esta receta a Marisa y su proyecto 1+/- 100, desperdicio 0, relacionado con el reciclaje, ahorro, reducción de desperdicios y defensa del medio ambiente.
Ingredientes:
-3 huevos
-100 ml de aceite de oliva
-150 ml de bebida vegetal de avena
-200 g de azúcar
-100 g de harina de almendra
-100 g de harina de maíz
-100 g de harina de arroz
-1 sobre de levadura Royal
-90 g de chocolate negro
-1 puñadito de arándanos deshidratados
Preparación:
Comenzamos batiendo los huevos en un cuenco amplio. Añadimos el aceite, la bebida vegetal y el azúcar, seguimos batiendo. Tamizamos las harinas junto a la levadura y vamos integrando con movimientos envolventes. Troceamos el chocolate con un cuchillo groseramente e incorporamos a la masa junto con los arándanos.
Forramos un molde desmontable con papel vegetal, pintamos con aceite y espolvoreamos harina, desechando la sobrante. Volcamos la masa, damos unos golpes en la encimera para nivelar y llevamos a horno precalentado a 180 grados, unos 30 minutos. Debéis pincharlo por el centro con una brocheta y comprobar que no salga masa, en caso contrario hay que darle 5 0 10 minutos más.
Buenos días, Lola.
ResponderEliminarEso de etiquetar como más o menos saludable a los alimentos, especialmente a los dulces, es algo tan ambiguo que no estoy yo muy por la labor de hacerlo, porque si nos referimos a comer bien sin que nos afecte a la salud, depende más de la cantidad y frecuencia, que de lo que comemos en realidad. Los dulces no son ni dejan de ser sanos, porque les añadas o restes determinados ingredientes, solo es cuestión de no darse el atracón, un trozo de bizcocho casero, siempre será más sano, con su azúcar y todo lo que tenga que llevar que uno que lleve ingredientes químicos, como edulcorantes, o grasas saturadas como uno de pastelería industrial. Lo que no quita, como en tu caso, que sustituya lácteos y harinas, por aquellos que te hacen sentir bien y no te fastidian con molestias de dolores en general.
Tu bizcocho solo tiene una pega para mi, y es que es cierto, lleva pocos arándanos, y es que ya me conoces, me vuelven loca, jajaja…, así que tienes razón, apúntalo y el próximo que hagas, échale dos puñados más, uno para ti, y el otro para mi, que en cuanto me avises, allí me tienes para merendar contigo, me temo que sobar, no te van a sobrar ni las migas, así que si quieres congelar trocitos, mejor que hagas dos bizcochitos, uno para nosotras y otro para, ya se verá, jajaja…
Besos.
Con la pinta que tiene, nada que envidiar a otros bizcochos, cuando hay intolerancias hay que buscarse la vida y encontrar recetas que sean apetecibles y tanto por sabor como por consistencia y este bizcocho cumple todas las expectativas. Una buena receta Lola, que tal como está el mundo endulzarse un poco la vida no viene mal.
ResponderEliminarBesos.
Hola Lola. Un bizcocho siempre es bienvenido, aunque como dices te hayas quedado corta en algunos ingredientes, pero eso creo que no desvirtúa lo rico que debe estar.
ResponderEliminarHas utilizado tres tipos de harinas, almendra. maíz y arroz, así que creo que la unión de ambas le ha debido proporcionar un sabor delicioso a este bizcocho.
Tiene un aspecto sensacional y habrá hecho las delicias de todos los que han tenido la suerte de saborearlo.
Un abrazo.
P.D. No soy muy fiestero jj
Buenos días, Lola. Leerte y verme a mí misma pero con otras circunstancias y desde hace mucho tiempo.
ResponderEliminarEn tu caso, con la experiencia que tienes en la cocina ya tienes un punto a favor y ahora solo queda ir experimentado como has hecho con este bizcocho. Yo sí que he congelado muchas veces y te aseguro que vale la pena porque te reservas, ya que no puedes comer de todo, ese momento dulce que mereces. Por si te sirve, suelo envolver en papel de horno formando paquetes y después los pongo en una bolsa pequeña de congelar. Pero el aluminio también vale aunque me gusta no abusar de él.
En el próximo, más arándanos o lo que se te ocurra.
Un gusto tenerte de nuevo en el proyecto. Besos y gracias.
The cake looks beautiful with tender smooth crumb. I prefer cakes without frosting. This is for sure something my husband would enjoy too.
ResponderEliminarLola, pues vaya experimento que nos traes, no hay más que ver las fotos para decirte que lo has superado con éxito. Ya me gustaría poder comerme un buen trozo y darme un capricho
ResponderEliminarAbrazos
Delicioso aspecto, querida.
ResponderEliminarA estas horas con gusto tomaría un pedacito.
Besos
No sigas probando porque éste es el definitivo. Un abrazo
ResponderEliminartiene muy buena pinta, ideal para los intolerantes. Lo de congelarlo, yo lo he probado y no quedan mal.
ResponderEliminarBesos. Lola