En casa el cincuenta por ciento de la familia es carnicera y la otra mitad pasamos un poco del tema y como la que cocina soy yo, la preparo a mi gusto. Las albóndigas son la receta casi perfecta para todos los paladares independientemente de lo que estén hechas. Lo que marca la diferencia en muchas ocasiones es la salsa. En este blog hay distintas alternativas, más la que comparto hoy que está buenísima. Todo empezó por querer gastar un resto de vino que había comprado a granel y que luego nos resultó muy seco, la botella era de medio litro pero no se terminaba ni en broma, así que decidir aprovecharlo para la comida fue su salvación. Y lo mejor de todo, la salsa resultante quedó de rechupete porque no quiero decir para mojar pan que es lo que hicimos. Como la mayoría de las salsas, después de reposada está más rica y si sobra no pasa nada, al día siguiente, más buena si cabe.
Al aprovechar un resto de vino, envío esta receta Marisa para que la incluya en su proyecto 1+/- 100, desperdicio 0 destinado al reciclaje, reducción de desperdicios, ahorro y defensa del medio ambiente.
Ingredientes:
-500 g de carne de cerdo
-2 o 3 dientes de ajo
-2 ramitas de perejil
-1 huevo
-Pan rallado
-Aceite y sal
Salsa:
-4 zanahorias
-2 dientes de ajo
-1 cebolla
-150ml de vino oloroso seco
-500 ml de caldo de carne
-Aceite y sal
Ponemos la carne en un cuenco, sazonada. Picamos el ajo y el perejil y lo añadimos. También el huevo y pan rallado hasta que tengan la consistencia suficiente para hacer bolitas. Mezclamos bien. Tened en cuenta que cuando enfrían se ponen más duritas. Las moldeamos haciendo bolas hasta terminar con la carne. En una sartén con abundante aceite las freímos, no mucho porque se terminarán de hacer en la salsa. Las sacamos a un papel absorbente y reservamos.
Hacemos ahora la salsa. Pelamos y picamos la cebolla y los ajos, comenzamos a sofreirlos en un poco de aceite. Pelamos las zanahorias, troceamos y agregamos. A continuación vertemos el vino, dejamos evaporar un poco y sumamos el caldo. Sazonamos. Se cocina hasta que la zanahoria esté tierna. Se tritura y devuelve a la cazuela, añadimos las albóndigas, después de unos diez minutos ya estará el guiso listo para servir.
Es sencilla esta receta con la salsa de zanahoria y te doy toda la razón cuando dices que es para mojar pan porque ha de estar para no parar y dejar el plato bien limpio.
ResponderEliminarBesos.
Buenos días, Lola: esta receta la tenías que haber publicado la semana pasada pues el otro día compré carne picada y, al dudar sobre como hacerla, terminé haciendo una boloñesa.
ResponderEliminarSólo de ver la salsa ya tengo ganas de ir a por una barra de pan candeal e intentar mojarla en la pantalla ¡Menuda pintaza tienen esas albóndigas. Ya me has creado la necesidad de hacerlas.
Besos.