martes, 9 de diciembre de 2025

Sopa de calabaza y castañas con costra

 Una cremita de verduras con productos de otoño es lo que más me gusta del mundo, bueno, una de ellas. Para darle un toque más festivo la he cubierto con una capa de hojaldre que la hace diferente y resultona. Se puede sustituir por un topping salado que contrarreste el sabor dulzón de la sopa como unos kikos, un queso feta o unos picatostes. He de decir que es bastante saciante, si la ponéis de primer plato no abuséis de la ración porque os dejará menguado el apetito para lo que venga después, que suele ser buenísimo también. Para esta receta compré las castañas cocidas y peladas (en Mercadona) por evitarme ese paso entretenido, diría que para una crema están bien, ligadas con otros ingredientes, para comer solas no me gustan, las prefiero asadas recién hechas. El hojaldre que utilicé es sin gluten, no sé si será la razón por la que se resquebrajó, aunque le había abierto una chimenea antes de meterlo en el horno, es solo una cuestión vistosa, pero queda mejor sin romper, claro. Es otra forma de presentar una sopa, dado que en estos días nos esmeramos especialmente en la mesa, en mi caso, sin dejar de lado la sencillez propia de mi cocina. ¿Gustáis?



Ingredientes:
-500 g de calabaza
-300 g de castañas peladas y cocidas
-1 cebolla
-2 c/s de queso cottage
-1 c/s de mantequilla
-1 c/s de aceite
-Sal y pimienta
-1 lámina de hojaldre (el mío sin gluten)
-1 huevo para pintar



Preparación:
Pelamos la cebolla y la troceamos, comenzamos a sofreírla en la cucharada de mantequilla y aceite. Pelamos la calabaza, troceamos también en dados y añadimos a la cebolla. Cubrimos con agua y cocinamos 20 minutos. Añadimos las castañas y continuamos la cocción otros 10 minutos. Incorporamos el queso cottage, sal y pimienta, después de cinco minutos, trituramos todo. 
Desdoblamos el hojaldre, lo estiramos un poco si fuera necesario. Utilizando como medida los cuencos donde vayamos a servir la sopa, los ponemos boca abajo y marcamos el hojaldre un centímetro más alrededor de la circunferencia de estos. Mojamos el filo con agua.
Llenamos los cuencos con la sopa, dejando poco más de un dedo antes de completar. Tapamos con el hojaldre, le abrimos un chimenea pequeña con una tijera o la punta de un cuchillo. Pintamos con huevo batido y metemos al horno a la temperatura que indique el fabricante. Una vez dorados, sacamos y podemos consumir.



Compartir:

1 comentario:

  1. Un perfecto entrante para estas cenas festivas que se avecinan. Una combinación otoñal perfecta. Me encanta la crema de calabaza, y probare con castañas para ver esos sabores tan bien integrados. Todo un acierto Lola, un beset

    ResponderEliminar