Risotto de castañas

Cómo no me van a gustar los productos de otoño si donde los pongas quedan bien. Las castañas ya las añadía en el arroz con verduras tipo paella, pero no las había probado todavía dentro de un risotto y como la ocasión la pintan calva, aproveché la visita de mi hijo, al que le encantan ambas cosas, para experimentar con uno. Y helo aquí! Buenísimo. El sabor tostado de las castañas asadas liga perfectamente con el queso y la cremosidad del conjunto. Si fácil se elabora, más aún se come y es conveniente además hacerlo recién apartado o se convertirá en un mazacote.
No se si éste es un risotto atípico, no estoy muy versada en gastronomía tradicional italiana; no le he puesto mantequilla y tampoco disponía de caldo casero en ese momento. Solo se que en este caso la inventiva y el gusto por lo conocido actuó por si sola y el resultado nos gustó. Y eso para nosotros fue suficiente.

Ingredientes:

-1 cebolleta (yo le puse cebolla)
-300 g de arroz arboreo
-12 castañas
-100 ml de vino blanco
-60 g de queso parmesano
-1 l de caldo de verduras Aneto (me sobró un poco)
-Aceite y sal

Preparación:

Hacemos una incisión a cada una de las castañas. En un asador o sartén usada, pues se nos estropeará con el meneo de las castañas, ponemos un hilito de aceite y las incorporamos para asarlas. Yo las tapo y de vez en cuando les doy unas vueltas. Cuando las veamos asadas las apartamos y las pelamos con cuidado, ya que hay que hacerlo en caliente y nos quemaremos. Las reservamos.
Pelamos y troceamos menuda la cebolleta, yo le puse cebolla porque no tenía de las primeras. Rehogamos en un fondo de aceite. Añadimos el arroz, y damos unas vueltas hasta que quede bien impregnado. Vertemos el vino y dejamos evaporar. Vamos añadiendo ahora cacillos de caldo, que tendremos caliente, al tiempo que removemos el arroz para que se lo embeba, momento en que añadiremos el siguiente cacillo y así hasta que veamos que el arroz tiene el punto que deseemos. En esta operación tardaremos de quince a veinte minutos. Debe quedar entero y tierno. A mitad de la cocción del mismo incorporaremos las castañas, ya que están asadas y se podrían romper. También ponemos un poco de sal, pero no mucha, pues el queso parmesano que agregaremos al final igualmente lleva y podría quedar salado. Una vez bien mezclado el queso, ya estaría listo para comer. Aconsejo que sea enseguida para evitar que se apelmace.
He utilizado arroz arboreo porque es el más indicado para esta receta, pero en otras ocasiones que no he tenido, he puesto arroz redondo y también ha quedado bien. Lo dejo a vuestra elección, pero que sepáis que hay más de una opción.