Aros de cebolla

No son pocas las costumbres americanas que hemos adaptado con el tiempo, lo que no me parece mal mientras sean buenas, una de ellas, estos aros de cebolla que acompañan cualquier comida, aunque solos están buenísimos. Los he preparado a mi estilo, de dos formas, pues me gustan con un rebozado y con rebozado más empanado; como la cosa va en gustos, cada cual que elija el suyo. En ambos casos hay que comerlos recién hechos, calientes y crujientes, es como están más ricos. Es una receta íntimamente relacionada con la comida rápida, tipo hamburguesas, perritos, ... pero no necesariamente ha de ser así, como aperitivo no tienen desperdicio y es una buena guarnición para carnes. Yo soy de dar oportunidades también a las mal llamadas dietas poco saludables, siendo escrupuloso en su elaboración y poniendo cuidado en la combinación con otros alimentos no hay porqué sacrificar nada, ya que conseguiremos un menú atractivo y variado para todos que no dejará de ser sano. No me gustan los sambenitos.

Ingredientes:

-2 cebollas
-Agua muy fría
-Sal
-6 c/s de harina
-1 cucharadita de pimentón
-1 pellizco de sal
-1/2 cerveza (aprox.)
-Pan rallado
-Aceite de girasol

Preparación:

Pelamos y cortamos la cebolla en aros de menos de un centímetro de ancho. Elegimos para esta recetas los grandes del centro, los pequeños los guardamos para otra cosa. Los ponemos en un cuenco con agua muy fría, yo puse unos cubitos de hielo, con sal y los dejamos ahí mientras preparamos el resto de la elaboración. En un bol ponemos la harina, el pimentón dulce y la sal. Vamos añadiendo la cerveza y moviendo hasta conseguir una masa espesa, pero que resbale bien cuando la dejemos caer con la cuchara. Reservamos. Ahora vamos a sacar los aros de cebolla del agua, los ponemos sobre papel absorbente y los cubrimos con otro para secarlos bien. Ponemos al fuego una sartén o cazo con abundante aceite suave para hacer los primeros que irán sin empanado. Rebozamos cada aro en la masa, levantamos un momento para escurrir la masa sobrante y los echamos al aceite para freírlos vuelta y vuelta hasta que estén doraditos. Hice la mitad de la cebolla así, la otra mitad, después de rebozarlos y eliminar el sobrante los pasé por el pan rallado y los freí igualmente. Los ponemos en un papel absorbente y listos para comer.