Es una receta de aprovechamiento de tiempos poco escrupulosos en los que no se tiraba nada. Ya fuera una matanza, un pollo, un pavo,... todas las piezas se consumían buscando la forma de cocinarlas o utilizarlas de alguna manera, como las tripas del cerdo que servían para contener el relleno del embutido. Preparaciones de sangre cocida hay muchas, os puedo dejar dos de mi amiga
Concha riquísimas, pero yo he optado por hacer la de mi madre que es la que siempre hemos comido en casa y es muy sencilla. Es éste uno de esos productos de casquería que con cierta frecuencia recomiendo por ser un buen sustituto de la carne y así variar la dieta de forma asequible. Se suele utilizar mucho como tapa también en esos bares typical spanish que tanto me gustan. Y es que con un vinito o una cerveza bien fría entra de maravilla. Si no la habéis probado aún, os animo a hacerlo y ya que me contaréis que os parece.
Ingredientes:
-1/2 kg de sangre de pollo
-2 cebollas
-1 c/s de orégano
-Aceite y sal
Preparación:
Troceamos en dados la sangre de unos dos centímetros más o menos. En un fondo de aceite los freímos bien dándoles la vuelta de vez en cuando para que se hagan por igual. Los sacamos a un plato y reservamos. Troceamos la cebolla en cuadraditos o en juliana, como más nos guste, la ponemos en el aceite donde hemos cocinado la sangre hasta que se ponga transparente. Añadimos la sangre y la sal, cocinamos el conjunto a fuego medio unos diez o quince minutos, hasta que lo veamos hecho. Espolvoreamos el orégano y rehogamos con la sangre unos cinco minutos más. Y ya está!
¡Buenos días Lola! Esto sí que es una grata sorpresa, especialmente para mí, que era reacia a publicar estas recetas de nuestra cocina casera más tradicional, y que gracias a platos como el tuyo, se están convirtiendo en una auténtica délicatesse de la cuisine Gourmet.
ResponderEliminarEs curioso como muchos lo rechazan por ser lo que es, a pesar de ser tan sano y tener muchos beneficios para nuestra Salud, y sin embargo no ponen reparos a comer otras cosas de origen cuestionable, como los precocinados, etc.
Me gusta mucho del modo que la has cocinado, precisamente la semana pasada la hice en casa de mis padres así, bien “fritita” como le gusta a mi padre, pero sin ese poquito de orégano, y al que me apunto porque es una de mis especias más recurridas. Seguro le da un sabor muy nuestro.
Gracias por este magnífico plato, que me llevo con placer,
Besos Preciosa, que tengas un bonito día,
Umm que rico y que contundente!!besos
ResponderEliminarSi lo ve mi suegro se lanza a por el plato...no veas como le gusta. A mi me cuesta un poco pero con mucha cebolla también. Me recuerda a la época de la matanza en el pueblo, jeje.Bs
ResponderEliminarhttp://directoalamesa.blogspot.com.es/
Dolores, esta receta me transporta a mucho tiempo atrás.
ResponderEliminarComo me gustaba este plato.
Un abrazo
Hola Lola! Te diré lo mismo que a Concha cuando publicó su receta, podrían ponerle otro nombre a la sangre jaja! No le hace ningún favor al plato para los tiquismiquis como yo porque es oír sangre y me voy corriendo! Pero también te diré que me encanta la morcilla (la de Francia sobre todo) y es sangre así que... Si me pones tu plato lo pruebo seguro y lo mismo hasta repito porque mira, quitando el nombre tiene buenísima pinta con esta cebollita mmm! Un besote y feliz día guapi!
ResponderEliminarHola Lola,esta es una receta de las de toda la vida,yo no soy mucho de ella,pero la tuya tiene muy buena pinta
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarCon la buena boquita que tengo, comprenderás que este plato tan tradicional y riquísimo tampoco le hago ascos ¿verdad? Me trae tan buenos recuerdos esta receta, la comía en casa de una de mis tías del pueblo, ella la guardaba especialmente cuando yo iba porque sabía que me gustaba a rabiar. El dulzor de la sangre junto con el de la cebolla, es una maravilla.
Y como bien dice Concha: muchos se escandalizan de platos así, pero después son capaces de meterse entre pecho y espalda otras cosas que si que son "asquerosas"
Con una cerveza bien fría, me pondría mano a mano contigo y el plato lo dejábamos hasta con brillo jajaja
Muy rico tu plato, como siempre Lola.
Besotes mi niña, nos vemos el viernes.
¡¡Hola Lola!! Mi madre también solía hacer esta receta, tanto con cebolla como con tomate, es las dos formas en que se la vi cocinar, pero a mi no me gustaba, su sabor me resultaba un poco amargo, a la misma vez que metálico, no sé, cosas mías, pero a pesar de haberla probado, nunca me llegó a gustar. Sé que nutricionalmente es muy buena, y a mi no me da reparo por ser lo que es, nos comemos otras cosas quizás peores, como las pezuñas o las orejas, ja, ja, pero no sé, no me gustaba, al igual que los riñones, mollejas y demás. Pero bueno, sé que a mucha gente le gusta y seguro que a más de uno, esta receta le viene de perlas, además, lo explicas todo tan bien, que seguro no van a tener problema a seguir tus pasos y le va a quedar una receta redonda. Besitos.
ResponderEliminarLola esta mañana temprano ya vi tu sangre encebollada aunque no fue más que un vistazo rápido que no me permitió siquiera leer la receta. Verla y acordarme de Concha fue todo uno, y veo que no andaba muy desencaminada.
ResponderEliminarYo no tengo escrúpulo alguno en comer por ejemplo morcilla. Es más, me encanta, y si no fuera por el aporte calórico yo me zampaba alegremente una al día, pero no puede ser. La sangre encebollada estoy segura de que no la he comido jamás aunque tengo un bajo recuerdo de sangre en un plato en la cocina de mi abuela y que me sorprendiera verla cortarla con un cuchillo. A ojos de un niño que la sangre se pueda cortar, cuando sabes que es líquida, es todo un misterio. Sin embargo no recuerdo que mi madre la haya preparado nunca.
En su día me tentó Concha y tú vuelves a hacerlo con esta maravillosa receta de tu madre que me alegro de que hayas publicado para que no se pierda nunca. Espero que pronto pueda decirte lo que nos ha parecido en casa
¡Besos mil!
Yo nunca la he probado, pero para mi padre es un manjar, le encanta sobre todo encebollada.
ResponderEliminarBesos. Lola
Hola Lola , que rica ami me gusta mucho y la hago de varias forma , pero esta tuya me gusta besitos
ResponderEliminarLola, jamás la he probado, aunque es oir "encebollada" y me lanzaría a catarla sin pensarlo!. Qué rico y variado se aprende a comer en tu casa virtual!.
ResponderEliminarUn beso
Hola Lola, yo soy de las que me gusta y tengo la suerte de que en casa a todos les encanta. hace mucho la publiqué con tomate y encebolla está eperando aún. La preparas tal como yo la hago, bueno como mi madre la hacía. Así secilla y sin más. Me llevo mi plato que no puedo resistirme a una tapita!! un beso
ResponderEliminarYo no la he cocinado nunca, pero la he comido muchísimas veces, me trae muchos recuerdos porque mi madre la preparaba muy a menudo... Un bs
ResponderEliminarLola recuerdo a mi tía cuando yo era pequeña cocer la sangre de pollo en el caldo del cocido, luego nos invitaba a probarla, a mi me encantaba, recuerdo a mi hermana salir corriendo cuando ella nos enseñaba la sangre cocida. Pues bien desde entonces nunca la he vuelto a comer. Aquí no hay donde comprarla que sepa yo. Este plato claro esta no sera para todos los gustos aunque para el mío que no es escrupuloso me lo comería encantada,estas recetas se van perdiendo y es una pena...Bess
ResponderEliminarHola Lola, que recuerdos con estos platos, yo pensaba que ya no se hacían, yo nunca lo he preparado pero me acuerdo de haberlo comido de pequeña, a mi me gustaba, esta buena la sangra encebollada.Un buen plato.
ResponderEliminarBesoss
Mi madre también hacia esta receta y en casa les gustaba mucho, menos a mi.... He de reconocer que soy muy poco comedora y algunas cosas no me gustan, al ver tu receta he recordado los guisos de mi madre que tanto gustaban a toda la familia.
ResponderEliminarAbrazos
Lola, gustándome tanto tu cocina tan tradicional y no demasiado complicada con esto si que no podría, gustándome tanto por ejemplo la morcilla a la plancha o frita y el higado de ternera en filetes finos y aliñados, con la sangre no puedo, a mi marido le encanta y siempre en un pequeño bar la pedía encebollada, no veas lo que disfrutaba esa tapa.
ResponderEliminarTe ha quedado con una pinta muy apetecible.
Muchos besos
Hola!! lo he comido solo una vez en mi vida y me encanta que no se pierdan estas recetas, porque a veces se van olvidando. Es como el hígado encebollado que yo casi lo tengo en el olvido. Así que tomando nota y a pendientes, muchos besos :)
ResponderEliminarLa verdad es que no la he vuelto a probar desde que era niña. Era bastante complicada para comer y me gustaba mucho. Tu propuesta me anima a recordar que puedo cocinarla. A ver si me sale con tan buena pinta como la tuya.
ResponderEliminarBesos.
Hola guapa, tu sangre (que mal suena eso, jajaja) no es de mis platos preferidos. En general la casquería no me va nada, pero en mi casa,mi madre y mis hermanas eran adictas. Mi problema no es el nombre ni mucho menos, pues anda que no hay nombres mucho peores, es una cuestión de textura que me da un poco p'atrás, me pasa lo mismo con el hígado que siempre he sido incapaz de tragarlo. Sin embargo la receta, los sabores con la cebollita y las especias si que me gustan con otro tipo de carne, una receta sencilla para sacarle todo el sabor al producto principal que es lo que cuenta.
ResponderEliminarUn besazo guapísima
Te ha quedado con muy buena pinta. Yo también la preparo porque nos gusta mucho..... Besos
ResponderEliminarPues yo recuerdo que mi madre la ponía también en casa, pienso que se ha convertido en un plato antiguo porque muchos no se acuerdan ya de cocinarla y ponerla en la mesa. En parte es porque la gente se ha vuelto muy escrupulosa, por ejemplo mis hijos ¡qué pesados son!¡digo, SANGREEEE! ni que fuésemos Drácula. Al final sí la compro para mi marido y para mí que nos gusta tomarla de vez en cuando, y aunque tú no pones picantito (lo sé) yo si lo pongo, una pizca de guindillla seca ¡y a disfrutar! Besitos.
ResponderEliminarLola, este plato que nos traes hoy nunca lo he probado aunque sabía que existía, pero en mi casa no recuerdo que se haya hecho nunca, y tengo que reconocer que si no me dicen de qué se trata seguro que lo probaba e incluso me gustaba, en cambio sabiendo que es sangre ya me produce rechazo.
ResponderEliminarSin duda es una de mis muchas contradicciones, pues sin embargo como las tripas del cerdo guisadas y me encantan, la morcilla, el hígado, los callos, etc. pero hay otros que no soy capaz ni siquiera de probarlos, como el plato que nos traes hoy, y muchos otros como por ejemplo los caracoles o las ancas de rana.
En cualquier caso me gusta que traigas estos platos que forman parte de nuestro recetario tradicional para que no caigan en el olvido.
Besitos