Ajillo almeriense

 Aunque procedo de Almería, no he llamado a este plato nunca por ese nombre. Después de verlo en varios lugares, he decidido publicarlo así porque entiendo que en todas las provincias según el punto cardinal donde te encuentres, hay unas costumbres gastronómicas u otras y esto incluye el apelativo. En casa se ha preparado con conejo o cordero, pocas veces con pollo, pero por diversos motivos, últimamente esta carne es la que más consumo. Se puede decir con propiedad que el secreto está en la salsa, ya que la picada la engorda y la convierte en algo exquisito. Acompañada de un arroz blanco con ese toque salsero, el plato es una delicia. Y porque no quiero mencionar el pan. 

Hoy termino con una cita que he encontrado en Sabores de Almería, de Juan Goytisolo en su libro "Campos de Níjar", haciendo alusión al plato: "la posadera viene ya con la salsa de almendras que majaba en el pilón y uno se abandona al asperillo del vino y al regusto de la comida". No es de extrañar que fuera un enamorado del Cabo de Gata.

Ingredientes:

-1/2 pollo troceado

-2 dientes de ajo

-1 rebanada de pan

-40 g de almendras crudas peladas

-1 vaso de vino blanco

-1 cucharada de carne de pimiento choricero

-Laurel y pimentón

-Aceite, sal y pimienta

Preparación:

Freímos los ajos sin pelar, las almendras y la rebanada de pan en un fondo de aceite. Apartamos y reservamos. En el mismo aceite, si es poco se añade, se pone la carne salpimentada. Se dora por todos lados. Se añade una cucharada de pimentón, se rehoga brevemente y se vierte el vino, una hoja de laurel y la carne de pimiento choricero. Se deja reducir mientras trituramos los ajos fritos pelados, la rebanada de pan, las almendras, y un poco de sal junto con un vaso de agua. Incorporamos a la cazuela, ajustamos un poco más de agua si hiciera falta, y cocinamos a fuego suave hasta que la carne esté tierna y la salsa espese.