Bizcocho-tarta de naranja

 Comencé preparando un bizcocho y terminé consiguiendo una tarta. La idea era dar salida a unas cuantas naranjas (ecológicas) del super naranjo de mi madre, y una cosa llevó a otra, ya que utilicé la teoría del ensayo y el error, pues se me fueron ocurriendo cosas por el camino, como ponerle unas rodajas de naranja en el fondo y luego voltearlo, un almíbar para que quedara más bonito y húmedo, etc. Así, solucionando problemillas que se presentaron, ya los comento en la elaboración, llegué a buen término porque el bizcocho-tarta está, o estaba, de rechupete. Un dato, "maridito" es la primera vez que no se ha quejado del dulzor, le gustó mucho tal y como quedó. A mi también y a todo el que lo probó, se acabó en un pis pas, desde luego lo tengo en cuenta para celebraciones. Y como os quiero mucho, os dejo la receta.

Al tener necesidad de gastar naranjas de la superproducción del naranjo de mi madre, envío la receta a Marisa y su estupendo proyecto 1+/- 100, desperdicio 0 destinado a concienciar sobre la reducción de desperdicios, ahorro y respeto al medio ambiente.

Ingredientes:

-3 huevos

-100 g de mantequilla y algo más para el molde

-Zumo de una naranja y su ralladura

-120 g de azúcar y algo más para el molde

-200 ml de nata

-220 g de harina de trigo

-1 sobre de levadura

-1 pizca de sal

-1 naranja de cobertura

Almíbar:

-50 g de azúcar glas

-50 g de agua

-50 g de zumo de naranja

Preparación:

Batir los huevos con el azúcar, añadir la mantequilla blandita (medio minuto en microondas), el zumo y la ralladura, y la nata. Mezclamos. A continuación sumamos los ingredientes secos, la harina con la levadura y la pizca de sal, tamizadas. Mezclamos todo muy bien. Forramos el fondo de un molde con papel vegetal, Lo pintamos con mantequilla, también el lateral, y espolvoreamos con azúcar. Lavamos la naranja, secamos y la hacemos rodajas finas. Las colocamos extendidas en el fondo del molde. Sobre ellas vertemos la masa con cuidado, damos unos golpes para que se acomode bien y llevamos a horno precalentado a 180 grados. Cuando estuvo media hora, comprobé con un palillo que no salía masa, pero al voltearlo vi que por la parte de la naranja estaba un poco crudo. Lo volví a meter al horno, con ventilador, a 170 grados otros 15 minutos, hasta que vi el bizcocho cocido. Como me pareció un poco seco, decidí mojarlo con un almíbar. En un cazo puse el agua con el zumo de naranja y el azúcar glas. Lo llevé al fuego y lo dejé reducir hasta que quedó espesito, pero aún líquido. Con un pincel pinté toda la superficie del bizcocho, donde la naranja. Me sobró un poquito de almíbar, pero no se desperdició, pues con una cucharita se lo pusieron por encima a la hora de degustarlo.