Conocí esta receta hace poco, quise publicarla para el Día de Andalucía porque es típica del Puerto de Santa María, pero no me dio tiempo. Data del siglo XV, cuando se expulsó a los judíos sefardíes de España. Algunos vinieron al sur de la península con la esperanza de poder partir a El-Magreb, pero mientras esperaban tenían que subsistir y lo hacían a costa de la bondad de las gentes de este pueblo, muy pobres también en esa época. Este plato nació de recoger verduras de aquí y de allá, más que nada restos, y pescado blanco, como la pescadilla, fácil de adquirir en las barcas de pesca. El nombre es alusivo a la palabra sefardí que significa perro. Básicamente consta de un caldo de verduras concentrado, pescado cocido en él, y un chorreón de naranja amarga para terminar, que he sustituido por la mitad del zumo de media naranja y medio limón. La mía ha sido una versión muy particular, actualizada y adaptada a mi cocina, pero sin perder de vista la receta original. Otra comida de pobres que ha perdurado a lo largo de los siglos. Como digo siempre:-Por algo será-.
Al ser una comida de aprovechamiento de verduras y pescado, considero adecuada enviársela a Marisa para que la tenga en cuenta en su proyecto 1+/- 100, proyecto 0, destinado al ahorro, reducción de desperdicios, reciclaje y respeto al medio ambiente.
-1 zanahoria
-1 nabo
-1 cebolla
-1 ramita de apio
-3 judías verdes
-1 chorrito de aceite
-Sal
-Zumo de media naranja
-Zumo de medio limón
-2 lomitos de merluza
-2 ó 3 rebanadas de pan
Preparación:
Se pelan la zanahoria, nabo y cebolla, se ponen en un cuenco con agua. Se le quitan las puntas e hilitos a la ramita de apio y las judías verdes, se añaden al cuenco. Se lavan y colocan en una olla cubiertos de agua, un poquito más, con un chorrito de aceite y sal. También se pueden trocear y rehogar en el aceite antes de verter el agua. Se dejan hervir a fuego lento hasta que se pongan tiernas. Se trituran, para que el caldo coja consistencia, y se cuela. Se le exprime la media naranja y el medio limón. En ese caldo se cuece el pescado limpio. Lo acompañé de unas rebanaditas de pan en daditos y fritos.
Buenos días Lola, qué buen plato de pescado, sano y económico. Aunque en mi casa no lo conocemos con se nombre, sí que lo hemos comido muchas veces, cuando éramos pequeñas y mi madre lo cocinaba para cenar, es muy similar al pescado en blanco, que en lugar de la naranja amarga, lleva limón. Recuerdo que mi madre solo le ponía naranja amarga para los mayores, nosotras éramos más protestonas, jajaja….,pero solo lo hacía en invierno, cuando hay naranjas amargas.
ResponderEliminarAquí los naranjos amargos este año, han dado una cosecha extraordinaria, pero ya las han recogido todas para llevárselas para fabricar mermeladas y dicen que biocombustible, no sé exactamente, pero si las recogen a mano, es porque le dan buen uso.
Mí madre servía esta sopa con rodajas finas de pan blanco, y a mí no me gustaba, bueno eso decía yo, porque la verdad era que mi plato acababa rebañado, jajaja….
Besos y gracias por hacerme recordar…
Buenos días, Lola: me alegra de que traigas hoy este caldillo de perro, así me hago una idea en vivo y en directo de como queda. Es una receta sobre la que he leído porque está en varios de mis libros de cocina tradicional (aunque no lo creas, sí que tengo libros de esos jajaja), pero nunca la he puesto en práctica porque ya sabes que las sopas no me van mucho. Eso no obsta para que, desde siempre, haya sentido curiosidad por un plato tan antiguo y de nombre tan particular.
ResponderEliminarBesos y buen finde.
Hola Lola buenos días.
ResponderEliminarUna receta típica del Puerto de Santa María deliciosa, una comida de pobres como dices, pero que hoy en día es un plato de lujo, que en cualquier restaurante te lo presentan como un gran plato. Es muy bueno conservar este tipo de recetas de toda la vida. Este pescado se ve de lujo con ese caldito.
Un abrazo Paco
This is light yet very flavourful and tasty, Lola.
ResponderEliminarLola, curiosamente también me enteré de la existencia de esta receta hace relativamente poco tiempo, no la conocía, y eso que he ido a El Puerto de Santa María toda mi vida. Veo que tú has adaptado la receta a tus gustos, como debe ser, sin perder la esencia de la misma. A ver si me animo y también me da por hacerla en casa, porque pinta de maravilla
ResponderEliminarGracias por avisarme el otro día de que me había olvidado completar los pasos de la receta, a quiero correr demasiado...
Abrazos y buen fin de semana
Hola Lola,
ResponderEliminarMe encanta estos platos con historia.
Son recetas simples, económicas, pero llenas de sabor.
Me acabas de enseñar algo nuevo :)
Besos ♥
Lola, los pueblos no deben olvidar sus raices y es bueno que nos cuentes historias. El nombre del caldillo es poco atractivo, el contenido parece reconfortante y sabroso.
ResponderEliminarBesos
Una receta que no debe de caer en el olvido, es sencilla, pero ha de tener un sabor peculiar muy rico. Gracias por enseñárnosla.
ResponderEliminarBesos.
Buenas noches, Lola. Ahora que sé más que leer el nombre tan bonito y original, me queda por decirte que me ha encantado leer su origen.
ResponderEliminarNo lo conocía y es de esas recetas que no deben olvidarse.
Los sefardíes siguen conservando muchas recetas y tal vez, alguna parecida está en sus recetarios.
Lo haré seguro y antes de que no quede buena naranja.
No sabes cuánto me alegra tener esta maravilla en el proyecto.
Besos y mil gracias.
Una receta con historia que no conocía. Me parece un plato sencillo y con mucho sabor. 👌
ResponderEliminarBesinos
Gracias por la receta. Se ve muy sano y rico. Te mando un beso y te deseo un lindo día.
ResponderEliminarHola Lola .
ResponderEliminarDicen que algo tendrá el agua cuando la bendicen y con estas recetas antiguas llenas de historia pasa exactamente igual.
De algo tan sencillo como eran unos restos de verduras y pescado que en aquella época habría más que ahora , menudo plato tan tremendo lleno de sabor y súper saludable.
Me encantan este tipo de comidas . Tu versión actualizada y propia me parece estupenda y en cuanto tenga ocasión la probaré pues desconocía esta receta.
Un abrazo y buen finde.
Bego de Acordes Culinarios
¡Qué proceso tan detallado para preparar el caldillo de perro! Parece una receta que requiere amor y paciencia, pero sin duda vale la pena por el resultado final. Gracias por compartir los pasos, ¡suena delicioso!
ResponderEliminarRead my new Women's Day post: [Visit](https://www.melodyjacob.com/2024/03/my-womens-day-hero-is-my-mom-what-to-wear-on-womens-day.html)
Que original el nombre que no queda desapercibido, la receta me encanta
ResponderEliminarBesos
¡¡Hola Lola!! Curioso nombre el del plato. Aquí en Requena, se le llama perro a un embutido típico que es como un salchichón pero negro, pero lo del caldillo de perro no lo había oído nunca. Además, tiene que estar bien rico, con el caldo, la merluza y el pan, bien como aprovechamiento y muy completo el plato. Y como siempre, además de comer bien aquí en tu espacio, descubro cosas nuevas y deliciosas. Feliz finde. Besitos.
ResponderEliminarHola Lola. Te ha quedado un caldito riquísimo, ideal para estos días desapacibles. Me gustan mucho las recetas con historia. Guardo la tuya como oro en paño. Besos.
ResponderEliminarEn casa lo hemos tomado de toda la vida sobre todo para cenar en invierno pero no lo conocía por ese nombre.
ResponderEliminarBesitos
Hola Lola, nunca había oído hablar de esta receta y me ha parecido muy interesante lo que cuentas, desde luego creo que debe estar muy rica, a mí que me encantan las sopas y los calditos me apetece un montón probarla, con un buen trozo de merluza tal como tu la haces.
ResponderEliminarBesos
Interesante es la historia de esta receta que, aunque dices que era comida de pobres, hoy en día y según están los precios en el mercado, sobre todo de las pescadillas, ya sería para gentes que se desenvuelven bien económicamente.
ResponderEliminarDe todas formas, a mí me parece un plato ideal, me encantan los ingredientes que lleva y el resultado es de lo más apetecible en estos días que se agradece tomar algo calentito.
Buen domingo.
Cariños.
Kasioles
¡Hola Lola! Yo no lo conocía tampoco y lo del chorreón de naranja tampoco... en casa tiramos del limón para más de una elaboración de cuchara... todo por tradición de lo que hemos visto en nuestras casas... pero seguro que está muy rico y ese toque de naranja y limón que tu le has dado, seguro que le queda genial! Un beso.
ResponderEliminarConozco la receta hace tiempo aunque nunca la he hecho. Viendo la tuya, ya me atrevo un poco más, si tu la has hecho es que está buena.
ResponderEliminarBesos. Lola
Bueno, bueno, Lola, un plato de El Puerto de Santa María. Según refieren las señoras mayores, con el salero del lugar, la sopa llevaba agua y poco más. Es un plato muy similar a la Sopa de Gato de Cádiz, ambas elaboraciones, fruto de la extrema pobreza del momento.
ResponderEliminarLa tuya está enriquecida y llena de sabor.😋😋 Enhorabuena. Ahora la cuchara es de lo más apetecible, pronto la utilizaremos para sopas frías, ya sabes cómo va el tiempo.
Cuídate. Feliz semana.😘
Una receta con aires sefardíes que desconocía totalmente. Es un buen fondo de verduras donde has hervido y realzado una merluza estupenda . Me ha encantado. Saludos.
ResponderEliminarAy nuestra historia... siempre llena de intolerancias, y seguimos, menos mal que también sigue la buena gente.
ResponderEliminarLa receta me gusta, como todo lo que lleva verduras y además pescado.
Lo que me resulta curioso es el nombre, uno no se imagina algo tan sabroso co ese nombre.
Un besazo❤️