Otro pastel salado de verduras

 Queridos blogueros, mucho os he echado de menos, pero he necesitado un poquito de tiempo para volver, cuesta coger el ritmo de nuevo. Traigo un plato que hice en el mes de julio para ir vaciando nevera. Tenía un calabacín (algo pachucho), una tarrina de queso crema empezada y unas tortillas de trigo por terminar, así que preparé una tarta salada que es lo más fácil del mundo y de ello da cuenta mi blog, ejemplo: esta o esta, aunque tengo muchas más, ya que nos gustan bastante. Ahora, que aún estamos en verano, hacer estos platos rápidos se agradece; es muy fácil montar una cena con poco, sin renunciar a la buena mesa. Parece casi una pizza, sin tanto trabajo y toda la variedad de ingredientes que tengamos.  De esta forma es menos afanosa la vuelta al cole, ya que nos encanta disfrutar de la comida.

Como es una receta de aprovechamiento, se la envío a Marisa para que la incluya en su proyecto 1+/- 100, desperdicio 0, relacionado con el reciclaje, la reducción de desperdicio, ahorro y defensa del medio ambiente.

Y ahora que lo pienso, también se la voy a enviar a Concha y el proyecto que abandera, El club de la tortilla perfecta. Quien no lo conozca y le gusten las tortillas, aquí encontrará una buena cantidad de ellas, todas perfectas.

Ingredientes:

-1 calabacín

-1 cebolla

-2 tomates pera

-1 tortilla de trigo integral

-3 huevos

-4 c/s de queso crema

-Aceite y sal

-Queso rallado 

Preparación:

Pelar y rallar el calabacín, después escurrir el agua que suelta, también se le puede dejar la piel. Pelar y picar la cebolla. Comenzar a sofreír estas verduras. Pelar y trocear los tomates y añadirlos. Sazonar. Cuando el conjunto esté tierno y el tomate haya perdido el agua, apartar.

Batir los huevos, añadir las verduras y el queso crema. Mezclar bien.

Pintar el fondo y las paredes de un molde que pueda ir al horno, mejor que tenga el diámetro de la tortilla de trigo porque la vamos a colocar sobre él. 

Volcamos el relleno. Cubrimos con queso rallado de nuestra elección.

Llevamos al horno precalentado a 190 grados por espacio de quince o veinte minutos. 

Y ya lo tenemos listo para consumir.