Arroz con morcilla y col

Hoy vengo en defensa de las recetas contundentes que ayudan a afrontar los rigores del invierno. Desde que se la viera hacer al cocinero Bruno Oteiza, la he considerado dentro de mi línea de cocina sencilla y sana y la he hecho mía. Pese a lo que pueda parecer no es un plato pesado y si lo terminamos con una macedonia de frutas, podemos decir que es equilibrado y nutritivo. El sabor de la morcilla de cebolla se complementa a la perfección con la textura del arroz y la carne fibrosa de la hortaliza. Una comida en blanco y negro, que a mí me recuerda a las matanzas del cerdo, aunque más ligera y menos laboriosa. Cinco ingredientes que nos proporcionan energía y vitalidad con solo mezclarlos. ¿Se puede pedir más?

Ingredientes:

-2 porciones de morcilla de cebolla (250 g más o menos)
-200 g de arroz redondo (una taza)
-1/3 de col
-6 dientes de ajo
-2 ramitas de perejil
-Aceite, sal, vinagre de manzana y agua.

Preparación:

Pinchamos la morcilla con un cuchillo y la ponemos a cocer en agua una hora sin que hierva. Picamos la col en juliana y la cocemos en agua con sal y un chorrito de aceite. Doramos tres dientes de ajo laminados en un fondo de aceite y doramos. Agregamos el arroz, rehogamos y le añadimos dos tazas y media de agua, cocemos 16 minutos a fuego medio. Laminamos los otros tres ajos y doramos. Colamos la berza y la incorporamos, le añadimos perejil picado y un chorrito de vinagre de manzana, rehogamos un minuto. Retiramos la piel a la morcilla y mezclamos con el arroz. Incorporamos la col y mezclamos el conjunto un par de minutos. Ponemos la preparación en una cazuela de barro y lista para degustar.