Parmigiana de berenjena

Esto es gastronomía italiana sí, pero también nuestra por ser mediterránea. Es una cuestión de tradición y calidad de productos. Aquí la berenjena, el tomate y el queso se unen para hacer que una preparación sencilla se convierta en un plato lleno de sabor y salud. Porque si de algo presumimos los meridionales es de la dieta que practicamos, beneficiosa y apetecible al primer vistazo. Ésta además es una receta económica, cosa nada desdeñable en los tiempos que corren, quizás más apreciada aún por eso y su buen provecho en la mesa. Con esta cazuelita comen tres o cuatro personas bien. Es una forma de homenajear el buen género del que disponemos habitualmente. Nosotros ya lo hemos disfrutado, ¿os apetece?

Ingredientes:

-2 berenjenas
-600 g de tomates de pera
-2 dientes de ajo
-2 c/s de concentrado de tomate
-100 g de queso grana padano rallado
-2 c/s de pan rallado
-Aceite y sal
-Pimienta, orégano y albahaca

Preparación:

He pelado las berenjenas porque no me gustan con la piel, pero a quien no le importe que se la deje. Las cortamos en rodajas gorditas, las salamos y dejamos reposar al menos quince minutos. Rallamos los tomates. Ponemos una sartén a fuego medio con un chorro de aceite y sofreimos los ajos laminados. Añadimos los tomates y sofreímos con un poco de sal y pimienta, añadiendo el tomate concentrado casi al final. Lavamos y secamos las berenjenas. Las pintamos con aceite y las hacemos a la plancha. En una fuente refractaria o cazuela de barro, ponemos capas de berenjenas, salsa de tomate, queso rallado, un poco de orégano y albahaca, repitiendo la operación y terminando con el queso, al que añadiremos dos cucharadas de pan rallado. Metemos al horno a 180 grados durante unos 20 minutos.