Trenza de membrillo y mozarella

Dado  que la carne de membrillo ya la tengo publicada, pero no quería dejar pasar el otoño sin una receta dedicada a éste típico producto, se me ocurrió combinarlo con queso y nueces, que también es un clásico, y meterlo dentro de un hojaldre. Y no uno cualquiera, no, ¡una trenza! La primera que hago y mira que pinta tiene, ¿cómo te quedas? ¡Muerta! A ver si ahora le voy a coger el tranquillo a esto de la repostería y me voy a convertir en una experta porque la verdad es que me ha resultado bastante fácil de hacer para el buen resultado que ofrece. Yo es que creo, no se si equivocadamente, que el oficio de pastelera es un arte para el que no estoy especialmente dotada, por eso me voy a lo sencillo siempre, aunque no me importa, primero porque sería una perdición para mi con lo que me gusta el dulce, y después por lo ameno que es aprender pasito a paso. Prefiero seguir haciendo boca con los blogs de mis amigas confiteras, que tengo bastantes, y deleitarme con sus creaciones mientras voy conociendo trucos y prácticas que nos enseñan. Y ¿quién sabe? Con el tiempo y una caña...

Ingredientes:

-1 lámina de hojaldre refrigerado
-200 g carne de membrillo
-1 bola de mozarella
-5 ó 6 nueces
-1 huevo

Preparación:

Extendemos el hojaldre sobre una superficie de trabajo y pasamos el rodillo por encima para estirarlo un poquito. Lo dividimos en tres parte iguales. Hacemos unos corte oblicuos de unos dos centímetros en los laterales, dejando el centro intacto para colocar el relleno. Cortamos la carne de membrillo en lonchas finas y las disponemos en la parte central del hojaldre dejando un dedo por la parte de arriba y otro por la parte de abajo libre para poder doblarlo hacia dentro. Escurrimos la mozarella, la cortamos en lonchas y colocamos sobre el membrillo. Troceamos las nueces y las repartimos por encima también. Ahora comenzamos a hacer la trenza. Doblamos los bordes que dejamos libres de producto hacia dentro, las tiras que hemos cortado las vamos colocando a derecha e izquierda sobre el relleno cubriéndolo por completo. Batimos el huevo y pintamos el hojaldre. Horneamos a 200 grados con horno precalentado unos quince minutos aproximadamente, hasta que la superficie adquiera un tono dorado. Sacamos y dejamos enfriar, aunque caliente también está muy bueno.