Frutas y tubérculos en tempura

Nunca puedo resistirme (ni quiero) a unos vegetales en tempura. Y como ya sabéis que me encantan las frutas de guarnición y soy de la opinión que hay vida después de la patata, he preparado estas cuatro piezas con las que nos hemos dado un buen banquete. Ya se que los fritos no son la mejor opción, pero tampoco tienen porqué ser el mal absoluto. Un buen aceite de oliva y un adecuado escurrido del producto soluciona el tema. Un plato cambia bastante según el acompañamiento que le pongamos, pues pasar de aburrido a muy apetecible solo requiere un paso. La clásica patata frita está muy buena, eso es innegable, aunque variar su consumo y sustituirla de vez en cuando por otros alimentos, está aún mejor. El paladar lo agradece y el cuerpo todavía más. Mi propuesta de hoy quizás sea pelín arriesgada por tratarse de frutos menos usuales para este empleo; sin embargo creo que eso es lo que genera el interés de probarlos. Y a lo mejor nos gustan como para incluirlos en la dieta, cosa bastante apreciable en especial para los no verduleros. A mi me privan así, espero que a vosotros también.

Ingredientes:

-1 aguacate
-1 manzana
-1 boniato pequeño
-1/2 yuca
-Aceite de oliva
Para la tempura:
-1 vaso de harina
-1/2 vaso de maizena
-1 vaso de gaseosa muy fría
-Sal

Preparación:

Para hacer la tempura he utilizado un vaso de 250 ml de medida. Ponemos en un cuenco las dos harinas y la sal, vamos añadiendo la gaseosa al tiempo que movemos con una varilla. Utilicé un poquito más de un vaso de gaseosa, la masa debe quedar ligera, eso lo iremos viendo al mezclar.
Pelamos el boniato y la yuca y los cortamos en rodajas finas, como para tortilla. Pelamos la manzana y el aguacate y los cortamos en gajos. No los he sazonado puesto que la tempura ya lleva sal y prefiero que sobresalga su propio sabor junto al puntito del rebozado. Ponemos una sartén con abundante aceite a calentar, introducimos las frutas y tubérculos rebozados por tandas, vamos dando la vuelta y cuando veamos la masa frita la vamos sacando a un plato con papel absorvente. Cuando las tengamos todas ya estarán listas para degustar, solas o como guarnición.