Buscando la procedencia de estos panecillos, me he teletransportado a la antigua Roma. A muchos pasteles romanos se les otorgaba el nombre genérico de
liba por ser ofrendas a los dioses. Sus ingredientes eran la espelta, el queso, la miel y los huevos. Se cocían sobre una hoja de laurel. A mi me han recordado las
Almojábanas antequeranas, tan ricas como postre o dulce, aunque en este caso la función de los
libum es de acompañamiento. Es una receta sencilla, adaptada a nuestro tiempo, es decir, lo que tengamos en casa, así vamos a lo seguro; pero tengo que decir que este hecho me ha llevado a plantearme arriesgar más en la cocina, no es bueno acomodarse tanto con lo de "menos es más." Y no porque piense que este enfoque sea peor por simple, sino por la intención de ir creciendo en aprendizaje culinario. Solo puedo prometer que lo intentaré y espero que vaya bien el propósito.
Ingredientes:
-200 g de queso crema
-110 g de harina
-1 huevo
-2 c/s de miel
-Aceite
-Hojas de laurel
-Sal y pimienta (opcional )
Preparación:
Ponemos el queso en un cuenco y le vamos añadiendo poco a poco la harina al tiempo que vamos mezclando. Agregamos el huevo, la miel y salpimentamos, yo me salté estos dos últimos ingredientes, prefiero que les salga el puntito dulce de la miel. Extendemos hojas de laurel engrasadas con una brocha sobre la bandeja del horno. Disponemos los panecillos encima, que habremos elaborado con dos cucharas dando forma alargada, como croquetas. Llevamos al horno precalentado a 200 grados, unos quince minutos.
Lola no conocía estos panecillos y me han encantado!! Que tierno y menuda pinta tienen, con lo que llevan serian un visto y no visto, vamos yo me los como a palo seco y con algo dentro ya ni te cuento. La masa tiene que ser jna gozada de suave, me da la impresión, en casa que somos tan panarras si me atrevo a hacerlos les van a encantar. Tendré que hacerlos cuando este sola y sacarle la foto antes de que lleguen a comer, luego ni los veo jaja, me han encantado, siempre me sorprendes con algo nuevo....Besss
ResponderEliminarLola buenos días, ¿me permites que me lleve un par de tus panecillos? Aún no he desayunado y con un café me sentarán de maravilla. No me parece mala idea tu propósito, pero yo que suelo ser promotora del menos es más, no solo lo hago porque me gusta, sino por falta de tiempo, pero claro en el caso de estos panecillos no viene a cuento poner excusas, aunque el menos es más se le puede aplicar con determinación, porque no será por exceso de ingredientes, ni tampoco por tiempos largos de fermentación o leudados, ya que no entiendo mucho de estos términos panaderos, siempre me suena a chino todas las explicaciones que dan nuestras amigas panarrras. Pero lo tuyo no me suena a chino, es más hasta yo que soy de la hermandad de “no lo hago, porque mi tiempo no da para más” sería capaz de ponerme a hacerlos, Jajajaja.
ResponderEliminarMe han gustado, no los conocia, aunque el nombre tan bonito (porque lo es) no me suena desconocido. Me llevo tu receta a ver qué sale, jejejeje.
Besos, que pases un buen fin de semana.
¡Qué cosa tan rica! ¡y tan bonita! Me llevo un par de ellos que estamos en la hora crítica del desayuno. Me ha encantado la procedencia de la receta. Tantos años y aún en nuestras cocinas ¡por algo será! Comparto tu idea de que menos es más pero que a veces está bien obligarnos a salir de nuestras zonas de confort y lanzarnos con elaboraciones más complicadas o a las que tenemos respeto por la razón que sea. Por lo general es gratificante superar esas barreras que en la mayoría de los casos nos autoimponemos sin razón real. ¡Besos mil!
ResponderEliminarPues no conocía estos panecillos pero tienen un aspecto buenísimo...creo que estarían genial para desayunar. Besos
ResponderEliminarhttp://directoalamesa.blogspot.com/
Nunca había oído hablar de ellos ,lo cierto es que cada día se aprenden cosas nuevas y estos panecillos como acompañamiento tienen que estar de vicio total
ResponderEliminarBesitos
Curisos Lola como quedan por dentro :-)
ResponderEliminarUn saludito
Lola no conocia estos panecillos , pero se ven riquisimos , anotado queda besitos
ResponderEliminarHola Lola. No había oído hablar nunca de estos panecillos pero tienen ina pinta estupenda. Además parecen fáciles de hacer. Me guardo tu receta. Bssss
ResponderEliminarLola, ¡yo quiero! Me encanta el pan o mejor dicho hacerlo. No conocía estos panecillos ni de nombre. Me ha encantado la receta. Me la apunto para que no se me Olvide, te han quedado estupendìsimos.
ResponderEliminarMuchos besos y buen fin de semana.
Lola me ha sorprendido estos panecillos, al final no sé si son dulces o salados.
ResponderEliminarLo qué si veo es que se ven super tiernos y que deben de estar ricos
Qué panecillos más ricos. Los desconocía, y tienen una pinta fabulosa.
ResponderEliminarFíjate qué receta tan sencilla y qué resultado tan espectacular. Se me van los ojos detrás de uno. Habrá que probarlos.
Besitos
Sil
¡¡Hola Lola!! Yo tampoco conocía esta receta y me ha parecido muy curiosa, sobre todo lo de las hojas de laurel. Me ha parecido fácil y con ingredientes de andar por casa, y lo bueno, es que ese toque dulce de miel tiene que darle un sabor riquísimo a estos panecillos. Rico de verdad, gracias por el descubrimiento. Besitos y feliz finde.
ResponderEliminarLo de crecer siempre es bueno en cualquier aspecto de la vida, pero he de decirte que tus conocimientos culinarios son muy ricos y tus entradas muy didácticas, en todas se aprende algo nuevo, de cocina o de historia.
ResponderEliminarEstos panecillos tienen que estar riquísimos, incluso solos.
Un beso de maricacharros.
Unos panacitos ricos y diferentes,me han encantado
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡
Que delicia de panecillos, y la explicación me ha encantado, he obtenido mucha información que desconocía. El introducir queso en la masa me ha llamado la atención. Besos Lola.
ResponderEliminarHola Lola
ResponderEliminarMe encantan esos panecillos, tienen una pinta estupenda, las imágenes son de lo más sugestivas, parecen estar diciéndote: cómeme!!!
Me parece muy curioso lo de las hojas de laurel, imagino que le dan un aroma increíble, y aunque a mi el laurel en cocina no me agrada demasiado, en este caso intuyo que me gustaría
Un besazo Lola
Se ven unos panecillos muy esponjosos y por los ingredientes que llevan seguro que están muy ricos.... Besos
ResponderEliminarUauu Lola, tu receta de hoy me rechifla...ya estoy pensando que a la primera que alguien venga a casa le voy a poner estos panecillos, me imagino que la hoja de laurel es recién cogida del árbol y no seca, me lo puedes aclarar?, es que estoy deseandito de ponerme con ellos. Muchísimas gracias por compartir esta delicia. Bss
ResponderEliminarLa hoja de laurel que puse es seca, del que suelo tener en casa, tan solo hay que pintarlas con aceite para que el panecillo no se quede adherido. Espero habértelo aclarado.
EliminarUn beso.
Hola Lola! Me ha gustado y mucho saber todo lo que nos cuentas sobre esta maravilla de panecillos, hay que ver, no hemos inventado nada, estos panes son de la antigua Roma nada menos y los veo y pienso madre mía qué bocado más rico, con un trocito de queso y mermelada tiene que estar de vicio. Ya sabían lo que era bueno entonces jeje! Yo te sigo en tu buen propósito, a mi me encanta superarme e intentar cosas nuevas! Así que a por ello Lola que con lo buena cocinera que eres seguro que te sale todo delicioso!! Y sin mucho esfuerzo ya verás... ;) Besitos!!
ResponderEliminarHola!!, no habia oido nunca estos panecillos, pero por la pinta que tienen han de estar muy, pero que muy buenos.
ResponderEliminarFeliz semana
Menuda pinta! los tengo que probar creo que a la fuerza porque en casa somos muy fans de los panecillos y tortas pan. Ains que listucos estos romanos, verdad? un besazo
ResponderEliminarHola Lola! Qué ricos estos pancitos y sin complicación de nada. Me gusta la idea de colocarlos sobre la hoja de laurel; imagino que luego al hornear se impregnan de su olor, te han quedado muy lindos.
ResponderEliminarMe llevo un par, quiero probarlos!
Un besito y feliz inicio de semana!
Hola Lola, no conocía estos panecillos, me perecen riquísimos, y eso de ponerlos encima de las hojas de laurel, con esa aroma me encantan.
ResponderEliminarBesinos
El toque de Belén