Bizcocho de piñones

Del libro "Despensa de recuerdos" he extraído este bizcocho, tradicional de la Serranía de Cádiz, que el cocinero gaditano Miguel Ángel Herrera rescató exactamente igual que antaño siguiendo los consejos que los mayores del lugar le dieron. La recopilación de recetas que hizo las publicó con el fin de que no cayeran en el olvido, aún cuando la mayoría reflejan la austeridad de la época. El bizcocho es de miga densa y no muy dulce, pero buen sabor. Cierto es que me he permitido alguna licencia sobre el original, como las pasas y el toque canalla del ron, aunque no creo que haya modificado mucho su esencia. A mi me gusta conservar las recetas antiguas, a través de ellas hemos aprendido la cocina de hoy. Nos hablan además de períodos de tiempo concretos según las circunstancias del momento; de la gente que las prepara, si son humildes o pudientes; de dietas concretas, vegetarianas o contundentes. Son enciclopedias andantes y cambiantes. Yo creo que l@s que tenemos un blog estamos confeccionando una también, ¿y quién sabe si algún día sirve para algo más que mirar fotos, ingredientes y preparaciones? A lo mejor tenemos un hueco en la historia de cacharros y pucheros. A lo mejor.

Ingredientes:

-4 huevos
-200 g de harina de repostería
-1 sobre de levadura
-50 g de piñones
-50 g de pasas
-50 ml de ron
-150 g de azúcar
-150 ml de aceite
-Mantequilla y harina para el molde
-Azúcar glas

Preparación:

Ponemos las pasas en un cuenco con el ron. Batimos los cuatro huevos en otro cuenco amplio, añadimos el azúcar y el aceite. Agregamos ahora la harina tamizada junto a la levadura. Ponemos las pasas con el ron y los piñones. Mezclamos para que se integren bien todos los ingredientes. Enmantequillamos un molde y espolvoreamos de harina desechando la sobrante. Vertemos la masa en él y después damos unos golpes para que se asiente bien. Introducimos en el horno precalentado a 180 grados por espacio de 30 minutos. Pinchar con una brocheta para comprobar que el bizcocho no tenga masa y esté hecho. Sacar, dejar enfriar y espolvorear azúcar glas por encima. Al ser un bizcocho denso le iría bien calarlo con un almíbar, pero yo prefiero tomarlo con una cucharadita de mermelada. Ya sabéis, sobre gustos no hay nada escrito.