Bienvenido septiembre. Una vez se ha ido agosto ya quiero otoño por favoorrr. Cansada de calor, platos fríos y días largos, necesito algo de recogimiento. Y como esta lubina da igual en qué época del año la preparemos porque está siempre rica, me ha parecido idónea para comenzar el nuevo curso bloguero. La receta tradicional de pavías se hace con bacalao, pero igualmente se pueden emplear otros pescados y sin que la masa contenga gluten, además de que con la sobrante salen unas tortitas fabulosas. Aquí no se tira nada como sabéis. De hecho estoy pensando enviarlas al proyecto de aprovechamiento de Marisa, así quien no lo conozca tendrá la oportunidad de aprender recetas buenísimas con restos de productos o comidas y a sus creadores. Pues me pongo con ellas.
Como he dicho, esta receta se la envío a Marisa y su proyecto 1+/- 100, desperdicio 0, relacionado con el reciclaje, reducción de desperdicios, ahorro y defensa del medio ambiente.
Ingredientes:
-2 lubinas
-50 g de harina de garbanzo
-50 g de harina de maíz
-1 cucharadita de levadura
-1 huevo
-2 dientes de ajo
-2 ramitas de perejil
-Agua muy fría
-Aceite y sal
Sacar los lomos de las lubinas y cortarlos por la mitad, esto lo hace el pescadero. Sazonamos y reservamos.
En un cuenco batimos el huevo, añadimos las harinas con la levadura, el ajo y perejil picaditos, sal y el agua que añadiremos poco a poco al tiempo que mezclamos hasta conseguir una masa ligera.
Ponemos aceite a calentar, vamos rebozando los trozos de lubina en la masa y friéndolos en el aceite, no muy alto, para que se hagan bien por dentro sin quemarse por fuera. Sacamos a un papel absorbente y listas para consumir.
Si nos sobra masa, la vamos poniendo a cucharadas en el aceite anterior y friéndolas también con cuidado de no quemarlas, se hacen enseguida y están buenísimas.