Coquitos

Me sigo sorprendiendo con recetas que con solo unos pocos ingredientes y mínima dificultad son capaces de apañar una merienda o servir como obsequio con nuestro mejor deseo. Cuando decidí hacer estos coquitos para regalar a mi amiga Inma que se acababa de operar, apenas disponía de tiempo, por lo que estaba claro que tendría que abreviar en la preparación. Lo que no sabía era que estos pequeños bocados iban a ser tan adictivos, invitando tantas veces a repetir. Y eso que su nombre proviene de la era de los descubrimientos donde a los exploradores portugueses que lo trajeron a Europa su superficie marrón y peluda les recordaba a las historias sobre el coco que se les contaban a los niños pequeños para asustarlos. Poco o nada la perdurado en el tiempo esa leyenda macabra porque ahora en lo que pensamos es en lo dulcecitas y ricas que están estas bolitas. En cuanto al coco del cuento, el pobre murió de aburrimiento porque nadie le hacía caso, los niños no soltaban el ordenador.

Ingredientes:

-2 huevos
-200 g de coco rallado
-200 g de azúcar
-1 chorrito de leche

Preparación:

Batimos los huevos y le añadimos el coco. Mezclamos bien y dejamos reposar unos diez minutos, para que si os pasa como a mí, que el coco al necesitar hidratarse se queda un poco seco, también según el tamaño de los huevos, le podamos poner en ese momento un chorrito de leche. Añadimos el azúcar y volvemos a mezclar muy bien. Cuando la masa se pueda moldear al apretarla entre la mano, ya podemos hacer las bolitas. Cogemos una porción pequeña de la masa y la vamos apretando con una mano y otra alternativamente y colocándolas en una bandeja de horno  que habremos cubierto con papel vegetal. En el horno precalentado a 180 grados introduciremos los coquitos y los tendremos hasta que veamos que empiezan a dorarse, el tiempo dependerá del tamaño de las bolas y del horno. Yo los tuve unos catorce minutos. Sacamos y dejamos enfriar. Listo.