Tajine de pollo

Hay momentos que me parece notar en el aire aromas de especias del país vecino. Hoy no me lo he pensado dos veces y me he puesto a repasar mi especiero. Tengo de todo menos cilantro. Voy a hacerle caso a mis sentidos y dejarme llevar por África. La cocina marroquí me ha gustado desde la primera vez que la probé, y aunque reconozco que soy bastante novata en ella, mis cositas también hago alguna vez. La receta de este pollo me la facilitó mi amiga y tocaya Lola, que no en vano ha vivido unos buenos años en Tánger, y aunque siempre le demos nuestro toque personal y español, la esencia la contiene.
En mi cocina ha quedado una mezcla de olores, que porque es verano, si no, cerraba la ventana para que ninguno de ellos se escapara. Sentimental que es una.

Ingredientes:

-1 pollo
-2 cebollas
-200 g de ciruelas pasas
-150 g de almendras
-1/2 cucharadita de canela
-1/2 cucharadita de colorante alimentario
-1/2 cucharadita de pimienta
-1 punta de comino
-1 ramito de cilantro fresco
-2 huevos
-1 cucharada de miel
-1 palo de canela
-2 ó 3 cucharadas de sésamo
-Aceite,  mantequilla y sal

Preparación:

Se trocea el pollo, yo además le quito la piel. Se pelan las cebollas y se trocean en juliana. Se rehogan en 2 ó 3 cucharadas de aceite y la misma cantidad de mantequilla. Se añade el pollo para marcarlo. Agregamos la canela, el colorante, la pimienta, el comino, la sal y el cilantro picadito. Se cubre el pollo de agua y se deja cocer hasta que esté tierno, una 1/2 hora. Pasado este tiempo se saca la carne y en esa salsa se echa un palo de canela, una cucharada de miel y las ciruelas pasas, se deja cocer unos 10 minutos. Mientras, cocemos los huevos, freímos las almendras y doramos el sésamo en una sartén sin aceite. Incorporamos el pollo a la salsa unos minutos para que se mezclen los sabores y ya podemos sacarlo en una fuente para servirlo espolvoreado del huevo picado, las almendras y el sésamo.