Alcachofas y setas salteadas

Tengo debilidad por las alcachofas y las setas y de ésto puede dar fe mi blog, ahora que es temporada me encanta aprovecharme de ellas en distintas y sencillas preparaciones. Como este salteado, que en nada lo tenemos hecho y es buenísimo, teniendo en cuenta que no son vegetales lucidos que nos entran a primera vista, y que hay que probar para conocer su sabor. Solo me ha bastado enriquecerlos un poco con ajo y piñones y de forma opcional con jamón si os parecen demasiado austeros; para mi, por sí solos salvan una guarnición o un primer plato. A veces quizás penséis que no es para tanto, yo juego con la ventaja de gustarme la verdura, pero ya os digo que no siempre ha sido así, de pequeña las odiaba casi todas y no fue hasta que me conciencié de su valor nutricional cuando aprendí a apreciarlas, descubriendo que no eran tan malas. Ahora no sabría comer sin ellas, me faltaría un complemento indispensable en cuestión de alimentación, y lo que más, el sabor especial y único que aportan a la comida. Con esta receta os propongo un plato sano y fácil de preparar que os ayudará, si no lo habéis hecho aún, a entrar en el reino vegetal con mucho gusto.

Ingredientes:

-6 alcachofas
-400 g de setas
-8 dientes de ajo
-50 g de piñones
-Jamón serrano
-Aceite y sal

Preparación:

Quitamos las hojas externas que son más duras de las alcachofas, cortamos la punta llegando hasta donde estén tiernas y pelamos el tallo, yo las parto en cuatro trozos si son grandes, o en dos, si son pequeñas. Las vamos colocando en un bol con agua, le podéis poner un limón o unas ramitas de perejil para evitar que se pongan oscuras, yo no les pongo nada en el agua porque no me importa el color que tengan. Una vez todas limpias, las ponemos en una olla cubiertas de agua y cocemos unos veinticinco minutos o hasta que al pincharlas estén tiernas. Mientras, pelamos los ajos y partimos en láminas, troceamos las setas en juliana. En una sartén con un fondo de aceite de oliva echamos los ajos, rehogamos, pero sin dejar que se pongan oscuros. Incorporamos las setas y las rehogamos también a fuego fuerte para evitar que se cuezan en el jugo que sueltan. Una vez veamos que ya no tienen caldo, podemos bajar el fuego a medio. Añadimos los piñones para que se tuesten un poco junto a las setas y por último las alcachofas que habremos escurrido del agua de cocción. Comprobamos de sal y retiramos del fuego. Podemos acompañarlas de unas lonchitas de jamón serrano o un huevo frito. O ambos.