Conejo al ajillo, tomillo y romero

Continúo con mi actividad bloguera donde lo dejé antes de Semana Santa, y... toca carne. Si el conejo al ajillo está bueno, añadidle tomillo y romero y os llevaréis una triple sorpresa, de las ricas de verdad. Sabe a campo y a hierbas aromáticas que le dan un sabor especial, único. Algunos ya sabéis que no es de mi carnes preferidas, tan solo hay unas pocas preparaciones que me gustan y la de hoy pienso incluirla entre ellas, pues es de las mejores. Después de unos días de reinado de potajes y pescados, volvemos a ser omnívoros en toda su variedad, por eso incluyo el conejo que es el menos abundante en mi etiquetado, pero eso no significa que no haya a quién le guste y vengan bien sus recetas. Os dejo la de hoy por si acaso sí.

Ingredientes:

-1/2 conejo
-2 cabezas de ajo
-Unas ramitas de romero
-Unas ramitas de tomillo
-200 ml de vino fino
-Aceite, sal y pimienta
-Agua

Preparación:

Utilicé solo medio conejo porque solo somos dos comensales, pero los ingredientes que acompañan son prácticamente los mismos para un conejo entero. Freímos los trozos de conejo salpimentados, que ya compré cortado, en un vasito de aceite de oliva. Después de dorarlos, le añadimos los dientes de ajo sin pelar, las ramitas de romero y tomillo y un poco más tarde el vaso de vino. Cuando se ha evaporado el alcohol, vertemos agua hasta cubrir y cocinamos a fuego bajo hasta que el conejo esté tierno, unos cuarenta y cinco minutos más o menos.