Potaje de garbanzos con bacalao

Imposible para mi una cuaresma sin su potaje de bacalao. Si, ya se, en mis últimas recetas se va repitiendo este pescado como si de un mantra se tratara, no lo puedo remediar, me gusta y cuando lo veo en abundancia, como ahora, no puedo evitar comprarlo y prepararlo de distintas formas. Este guiso además se puede hacer de muchas maneras, os dejo estas dos, aquí y aquí, pero encontraréis algunas más en mi blog. El de hoy quizás sea el más característico de la fecha, pero también influye la costumbre del lugar donde se vive. Según mi modesta opinión, es la época que mejor gastronomía posee, en parte debido a sus productos de temporada, en parte a la buena elaboración de dulces y pasteles propios de la misma. Todo pensado para dejarlo preparado con antelación y así poder ir a ver la procesión, ya que a la vuelta encontraremos la comida hecha y reposada. Esa es la costumbre que ha habido en casa, aún la sigo con mis padres, aunque ya no pueden verla entera, pues la vida cambia y hay que adaptarse a ella, pero los momentos felices todavía existen.

Ingredientes:

-200 g de garbanzos
-1 hoja de laurel
-1 cebolla
-1 tomate
-2 dientes de ajo
-250 g de bacalao desalado
-200 g de espinacas limpias
-Aceite y sal

Preparación:

Los garbanzos se pondrán en abundante agua la noche previa a la elaboración del potaje. Se les escurre el agua y se ponen en una olla con agua que sobresalga por encima de ellos unos dos dedos. Se les pone una hoja de laurel y se llevan a ebullición, momento en el cual bajaremos el fuego al mínimo y los tendremos cociendo una hora y media. Hacemos un sofrito con la cebolla picada y el tomate rallado, primero pocharemos la cebolla y después añadiremos el tomate, freímos y volcamos en los garbanzos. Ahora freímos dos ajos laminados y el bacalao en trozos (yo lo compré desalado) y agregamos al guiso, también las espinacas lavadas y troceadas. Sazonamos al gusto y dejamos cocinar una media hora más. Comprobar que los garbanzos estén tiernos, el punto de sazón y si todo está en orden, queda listo para comer, si lo dejáis reposar, está más rico aún.