Bizcocho de almendra con higos

Si os gustan los bizcochos con fruta del tiempo tan jugosos que parecen una tarta, habéis encontrado uno. Y no es que me haya roto la cabeza pensando, ya conocéis mi poca habilidad reposteril, he apañado el clásico bizcocho de yogur, que tantas alegrías nos da, con una harina de almendra que tenía por gastar, ya que era un resto de otra receta, y unos higos que llamaron mi atención en el super, pues estaban enteros como me gustan. Que fuera una ricura no solo fue apreciación mía, lo compartí con unos amigos y tuvieron la misma impresión, así que mientras haya higos, habrá bizcocho con higos. Que nadie me diga que no es una comida sana, por favor, si lleva lo mejor de mi despensa, harina de almendras solo pude poner dos vasitos de yogur porque no había para más, lo que también es bueno por el ahorro que supone utilizar los ingredientes que tenemos en el momento. Como todo son ventajas, solo me queda ponerlo a disposición de los interesados, con mis mejores deseos.

Al ser una receta de aprovechamiento, se la cedo con mucho cariño a Marisa para su proyecto 1+/-100, desperdicio 0 relacionado con el reciclaje, la reducción de desperdicios, el ahorro y la defensa del medio ambiente.

Ingredientes:

-1 yogur natural
-3 huevos
-1 vasito del yogur de aceite (yo puse de girasol) 

-2 vasitos de yogur de azúcar

-2 vasitos de yogur de almendra molida
-1 vasito de yogur de harina de trigo
-1sobre de levadura
-6 higos frescos

-Mantequilla para el molde

-Azúcar glas para decorar

Preparación:

Se baten los huevos, se añade el yogur, en ese mismo vaso se miden el resto de ingredientes, primero ponemos el aceite, que es un vasito, después el azúcar, la harina de almendra, la harina de trigo y el sobre de levadura. Cada vez que añadimos un ingrediente vamos batiendo con una varilla manual o eléctrica para que se vaya integrando. Ahora pintamos un molde con mantequilla, como el mio es de silicona no necesito enharinarlo, pero se puede hacer si es metálico. Se vuelca la masa en él. Pelamos los higos y los partimos por la mitad. Los vamos colocando de forma circular de fuera hacia adentro hasta cubrir la superficie, pero dejando espacio entre ellos. Metemos al horno precalentado a 180 grados por espacio de unos 30 minutos. Hay que tener en cuenta el tamaño del molde y el horno que tenemos,  pues cada uno es un mundo, para medir el tiempo. Lo mejor es pincharlo con un palito de brocheta y comprobar que sale limpio. Después de sacarlo, lo dejamos enfriar, ponemos en una bandeja y espolvoreamos con azúcar glas. Listo para degustar.