Pastel de almendra y manzana

 De los pasteles de manzana que he probado es uno de los más ricos, la combinación con la harina de almendra es muy acertada, el sabor que forman deja un regustillo en el paladar de lo más agradable. Y eso que, cabeza la mía, se me olvidó ponerle el aceite, 50 ml de nada, que cayeron en el olvido y tenían su función. Si lo hacéis, que no os pase como a mi, quedará más jugoso aún si cabe. La autoría del pastel es de Las María cocinillas, con los pertinentes arreglos que siempre hacemos para "arrimar el ascua a nuestra sardina" por decirlo de modo coloquial. Cocinar con productos de temporada ya sabéis lo que me gusta, aunque la almendra no se haya cogido todavía, es fácil encontrar su harina. Me parece un buen postre para las comidas guays del verano, entre otras cosas porque comerlo reposado a mi me gusta más, o sea, que se puede dejar preparado con alguna antelación, pero también decir que tiene una versión templada para presentar con helado, muy rica también. El toque final es una pincelada de miel sobre la manzana para que luzca mejor.

Ingredientes:

-2 huevos

-100 ml de leche de avena (puede ser otra leche vegetal)

-50 ml de aceite

-150 g de manzana pelada

-1 manzana laminada

-250 g de harina de almendra

-1 cucharadita de canela molida

-1 sobre de levadura

-100 g de azúcar

-1 cucharadita de miel para pintar la superficie

Preparación:

Precalentamos el horno, calor arriba y abajo, a 180 grados. Ponemos en un bol los huevos, batimos, añadimos el azúcar y seguimos batiendo. A continuación incorporamos la leche, el aceite y la manzana rallada. Integramos todo. Ahora le toca el turno a la harina, canela y levadura. Mezclamos todo muy bien, con varillas manuales lo hice yo. Forramos un molde con papel de hornear, el mío es de 24 cm, ponemos mantequilla en el fondo y paredes y espolvoreamos algo de harina de almendras. Vertemos la masa, damos unos golpes sobre la encimera para que asiente bien y cubrimos con manzana laminada. Pintamos con un poco de miel derretida e introducimos en el horno unos 40 minutos, al pincharlo, el centro está húmedo pero hecho. Sacamos y dejamos enfriar. Como veis el mío no presenta un corte limpio porque estaba caliente, pero tenía que hacer las fotos. Un poco antes de servir se pinta de nuevo con miel para dar brillo y dulzura. Se puede servir acompañado de helado.